Cuando se quiere que los políticos “manden” en el Valencia
Se insiste en que ellos vengan a limpiarnos el trasero, cuando han sido la mayor causa de problemas de todos los tiempos

Que los políticos salven Mestalla, y de paso, al Valencia. El deseo de algunos es algo que parece mentira, porque parte de la falta de memoria o que todo nos da igual, ya que si el club se ha metido en algunos de los peores jaleos de su historia, es precisamente por los políticos. Pretender que vengan a limpiarnos el trasero, además de utópico, es absurdo de todo punto, porque, básicamente, es algo que no pueden hacer por más que nos enfademos.
El Nuevo Mestalla se debe acabar, desde hace casi 20 años, y el actual, por más que nos duela a todos, es algo que está ya hasta vendido, porque ese solar recalificado, con sus 90.000 metros cuadrados, es el gran activo que tiene la sociedad. Es lo que le da valor, nos guste más o menos, y por eso, jamás, ese plan se puede venir abajo. No entro ya en el dinero invertido en el futuro campo, que parece papel mojado para algunos.
Lo de que venga el Mundial, además de ser bueno, es algo que nos hemos encontrado en el camino, ya que que en 2006, el momento del origen de todo, esto no estaba contemplado. Y que los políticos quieran que esa cita tenga como sede Valencia es lo más normal del mundo. Pero no confundamos los términos, ya que el Nuevo Mestalla era sí o sí, y esta segunda parte ha llegado más tarde. De verdad, los políticos en su sitio, y nosotros, en el nuestro.