Si pudiera hablar con Kiat Lim sobre el Valencia

Si tuviera la ocasión de hablar con Kiat Lim sobre el Valencia me gustaría decirle una serie de cosas. La primera es que cuando tuve ese momento con su padre, hace 10 años, me engañó. Porque me dio a entender lo que le importaba esto, lo que le gustaba el fútbol y hasta hablamos de jugadores jóvenes y con futuro.

Nada que ver con lo que luego ha ido sucediendo, especialmente desde 2019, y algo diametralmente distinto a lo que estoma sufriendo desde 2020, con la mayor descapitalización deportiva de la historia de este club, diría que incluso superior a cuando bajamos a Segunda en 1986.

En aquel entonces hubo tipo comprometidos y heridos en su orgullo que no se fueron, y eso nos devolvió antes a Primera. A Kiat Lim le preguntaría si de verdad esto le apetece o es marrón que le ha encalomado su padre a nivel de representación, porque ni 24 horas estuvo en Valencia en la toma de posesión ni tampoco se quedó para ver un partido vital como el del Valladolid.

Eso ya te dice muchas cosas sin hablar, y ninguna de ellas es buena. Si no le apetece, que no lo tengo claro, lo que le pediría es un perfil bajo, bajísimo, porque hoy en día se encabrona mucho al personal a través de las redes sociales, y si te da igual, pues déjalo estar y no hagas más daño.

Pero si por un casual, y para sorpresa de todos el primero yo, sí que quiere hacer cosas, habla con la gente de aquí, escúchales, acércate al aficionado aunque al principio te diga de todo, merecidamente, y no actúes de espaldas a él. Conócenos un poco, que somos buena gente, y si nos ganas, que lo veo imposible, no sabes la fuerza que tienes a tu favor.