Pues el Valencia juega el partido del año
Hay que ganar como sea, por muchas cosas, y es que en juego tenemos más de lo que nadie se pueda estar imaginando

El Valencia se juega el partido del año, en Mestalla, un 8 de marzo, ante el colista de la Liga. Así son las cosas de esta realidad marciana que nos toca vivir en los tiempos de Meriton, y ante la que hacemos bien en rebelarnos, pero no estaríamos igual de finos si ignoráramos.
Hoy es uno de esos partidos que marca el año para bien o para mal, porque es el día en el que no te vale nada más que ganar, que es poco menos que una obligación, y cuando no hacerlo puede suponer una terrible cantidad de cosas negativas, más allá de las sensaciones, aunque de eso no me apetece hablar, que si todo va al revés, ya tendremos tiempo de hacerlo.
Es uno de esos días en los que hay que hablar de presión, de lo que pesa el escudo y de la responsabilidad que se tiene cuando se salte al césped. Porque hay partidos que no sólo no puedes perder, sino que debes ganar, y este es uno de ellos. Si hace unos años, no muchos, nos dicen que estaríamos a las puertas de Fallas viviendo esto, seguramente no habríamos dado crédito.
Pero es lo que tenemos delante, y mucho me temo que no será la última vez. Con lo que ante esta situación sólo tenemos un par de alternativas, muy claras y muy sencillas. Ir a muerte con el equipo y dar lo que tengamos dentro para salir, o pasar de todo olímpicamente a la espera de que esta tormenta escampe de una vez. No existe el término medio ahora mismo.