Si vamos a Mestalla pensando que ya hemos ganado, no hemos entendido nada

Si el aficionado del Valencia acude hoy a Mestalla pensando que está todo hecho, lo mismo que si el equipo no sale con la intensidad que pone cuando quiere (o esa es la sensación que da demasiadas veces), por un lado no hemos entendido hasta dónde nos llega la mierda, que no el agua, y desde luego, demostraremos, todos, que no hemos entendido nada de lo que ha pasado hasta este momento.

Estoy siendo muy duro y muy salvaje en los días previos al partido y más aún en la misma jornada de autos, porque no tenemos margen de error, porque no nos podemos volver a equivocar y porque no podemos fallar en casa en un encuentro como este.

Llevamos seis meses descenso por lo que somos, seamos muy conscientes de ello, y de ahí se sale con sangre, sudor y lágrimas, apretando el culo y con el cuchillo en los dientes, ni más ni menos. Y eso todos, los que están abajo en el verde y los que estemos arriba en las gradas.

Porque todo lo que no sea el ambiente de un partido a cara de perro, a vida o muerte, es un error de salida ante un equipo que puede ser un convidado de piedra si hacemos lo que debemos, o un grupo de jugadores que, sin presión y con el ambiente de cara, te pueden sacar un ojo. Nosotros elegimos, todos, lo que queremos hacer, aunque en este caso vería como algo para volverse loco el no optar por lo único de verdad sensato.