Los errores defensivos del Valencia impiden que gane en Pamplona
A pesar de ser superiores durante muchos minutos, lo que pasó defensivamente en la primera mitad es una rémora terrible

Osasuna - Valencia con otra ocasión de oro para salir del descenso… y que no se escapara nadie. Vuelta al 4-2-3-1, con Hugo Duro en casa, con Diego López de nuevo en el equipo, y también Iván Jaime y Sadiq, con cara ya de muy titulares. Salimos volcados a por el gol, algo poco habitual, y en el 4, Enzo no marcaba porque su remate se iba a medio palmo del palo. Herrera estaba batido. Pasado el minuto 10, el duelo se equilibraba más, y eran los locales los que empezaban a pisar más nuestro campo. Y en el 13, un enorme pase de Luis Rioja lo hacía aún mejor Diego López con el control, batía a Herrera y hacía el 0-1… aunque el colegiado lo anulaba, quedaba el tema en manos del VAR… y esta vez nos caía cara. Arriba en el marcado tras una enorme jugada. Y en el 18, Sadiq le regalaba un balón de nuevo a Diego que sacaba de milagro la defensa. En el 22, los locales tenían su mejor ocasión, con una contra de Bryan que terminaba con una buena parada de Mamardashvili.
Pero a la segunda los navarros vieron puerta, de nuevo iniciando jugada por la banda de Bryan, un rachee, y Aimar, solo, anotaba el empate en el 26. Zaragoza nos estaba destrozando, y siempre con la misma jugada. Y en el 32, era el Valencia el que pegaba de nuevo, con une jugada enorme de Javi Guerra, de. Calidad y de mandar, que centraba al corazón del área, y ahí de nuevo Sadiq demostraba que sabe de su oficio. 1-2 y reacción sensacional. En el 37, otra jugada enorme del Valencia por izquierda, centro de Gayà y el remate de Diego se iba fuera muy poco. Y siguiendo el mismo patrón que en la anterior ventaja, un balón suelto le cae a Aimar, su remate va con bote, Mamardashvili no mide bien, y los rojillos volvían a empatar. Y en el 45, otro error de Mosquera midiendo la entrada, le regalaba un penalti a Osasuna que Budimir convertía en el 3-2. Una buena primera parte hecha añicos por una endeblez defensiva impropia de un equipo profesional. Lo que podía haber sido una buena primera parte se convertía en otra casa de los horrores, y así es imposible.
La segunda parte arrancaba sin cambios, y con la dura sensación de saber qué había que hacer, y no hacer, para salir con algo en el zurrón. Nuestra salida no fue mala, como en la primera mitad, y ya Iván Jaime avisaba en el 50 después de una buena jugada tras presión y robo. Era lo que había funcionado en esa parte del campo, y había que persistir. En el 53, Rioja, que seguía en banda derecha, hacía un recorte para dentro y su remate lo parada Herrera con dificultad. En el 56 entraba al campo Rafa Mir y se iba Iván Jaime, con lo que se pasaba a jugar con dos delanteros puros, igual que contra el Villarreal y Atlético de Madrid en los minutos buenos que tuvimos en esos duelos. Llegados al 60, estaba claro que Osasuna no quería el mismo partido loco que en la primera, y que el Valencia no encontraba de un modo fácil la forma de hacerle daño. En el 63, tras el saque de un córner, Rafa Mir estaba a punto de hacer el empate, pero su remate se una por muy poco. Y en le siguiente jugada, en el 64, llegada con varios jugadores y el remate de Rioja que se iba por medio palmo. Los mejores minutos, pero no veíamos puerta.
En el 66 se marchaban Guerra y Gayà y entraban Almeida y Fran Pérez. Cambios sorprendentes quizá. Ya en el último cuarto de hora, los locales se echaban atrás para defender por acumulación y esperar una contra, y al Valencia le costaba mucho hacer peligro. En el 82, Mir volvía a disparar a portería, que aunque fuera sin peligro, era lo que pedía el partido, que pasaran cosas. Y en el 86, un centro de Sergi Canós lo remataba de espuela Sadiq haciendo uno de los goles del año para colocar el 3-3. Se añadían 5 y había que decidir si se arriesgaba o o se peleaba el punto. Osasuna estuvo a punto de marcar en un córner, y ya no pasó nada más. Buen punto, a pesar de todo.