Tres meses para hacer borrón y cuenta nueva en el Valencia

Llegamos a finales de febrero y la angustia ha vuelto al valencianismo. La realidad es que las victorias en Mestalla y el empate en Villarreal fueron anestésicas, pero la tabla clasificatoria y el calendario preocupan. Incapaces de ganar a domicilio y encomendados a la fortaleza de la grada del recinto de la Av Suecia.

Se han terminado las concesiones y es momento de que el cuerpo técnico y la plantilla hagan piña. Parafraseando a Rafael Benítez en 2003: "Nos quedan tres meses de aguantarnos". Desafortunadamente es una comparación metafórica ya que hablamos de contextos muy distintos. 

Pero en juego está el crédito del Valencia CF como entidad y el respeto a su afición centenaria. Los jugadores deben asumir el timón sin caer en víctimismos, y por supuesto el técnico es consciente del único camino aceptable. Todo lo que no fuera permanecer en primera dejaría señalada a una plantilla que se ha dejado ir en muchas ocasiones. De Meriton hay poco que decir, los verdaderos culpables tras una gestión negligente y nulo interés en lo deportivo. La venta llegará tarde o temprano (esperemos que sea lo segundo), pero ahora solo existe una prioridad y quedan tres meses para evitar la tragedia deportiva.