Qué difícil ponemos el ser del Valencia

Se hace todo muy pesado, tedioso, cansino, y al final nos olvidamos de la esencial real de todo esto, que es muy sencilla

Toni Hernández | 26 FEB. 2025 | 00:05
Valencia CF

En el Valencia de hoy en día todo es muy difícil. Todo. Diría que hay muchas cosas que son incluso imposibles. Vivimos unos tiempos pero que muy complicados porque, aunque no se pueda obviar que Peter Lim y su política global nos ha llevado a un punto del todo incomprensible, hay cosas que siguen dependiendo de nosotros y por las que no hacemos absolutamente nada por cambiarlas. Empieza a dar la sensación, muy incómoda, de que en el charco se vive mejor. De que hay muchos que han decidido que es mejor vivir en una ciénaga que no ser nadie.

El Nuevo Mestalla, el cual debería ser un punto de consenso para todos, es más que nunca un campo de batalla. Porque todo parte de un principio erróneo: pensar que hacer el campo es bueno sólo para Lim. ¡Que ese señor da igual! ¡Que no se va a llevar el campo a su casa, que será para nosotros, para nuestros hijos y nuestros nietos! Hay que tener altura de miras y no sólo buscar el rédito a corto plazo en una guerra que no se gana de esta forma, con el cortoplacismo. Por el amor de Dios, que llevamos más de tres años con este guerra de guerrillas y no le hemos hecho ni cosquillas. Nada. Todo sigue exactamente igual que el día que se echó a Marcelino y a Mateu.

Lo siguiente va para políticos, opinión pública y cierta parte del entorno. Ponerle trabas al campo es malo para el Valencia, para el club. Muy malo. Y si de verdad la entidad tira adelante, para lo que ya sabemos que tiene el dinero (cosa que se dice muy poco porque igual no interesa), no podemos obcecarnos en querer tener razón en algo en que, además, no la llevamos. Sin el estadio estamos fastidiados con J, terriblemente fastidiados con J, y me vuelvo loco viendo que no se entiende… o que no se quiere entender, lo que es todavía peor que lo anterior.

Y la parte deportiva, pues ya sabemos, cuando ganamos es porque todos son muy malos, y cuando no, porque tenemos una plantilla indigna. Se hace todo muy pesado, muy largo, muy tedioso, muy complicado, y al final, ser del Valencia debe ser mucho más sencillo. Siempre lo ha sido.