Cuando el Valencia tiene alternativas para su ataque

Que el Valencia pueda cambiar el rumbo de los partidos desde el banquillo. Eso es algo que no nos ha pasado durante muchos meses, bien porque no había más jugadores, bien porque los que había no eran mejores, ni siquiera iguales, a los que estaban en el campo. Que nos hayan remontado tantas veces no es fruto de la casualidad, y las razones se pueden empezar a buscar por ahí, y si miramos en la delantera, más aún.

Hugo Duro ha estado solo, muy solo, Dani Gómez cumplió en determinados momentos, tampoco lo podemos hacer tan de menos, pero es obvio que no todo lo que necesitaba el equipo en muchos encuentros. Y Rafa Mir, entre unas cosas y otras, pues ya sabemos cómo ha ido yendo durante todo el maldito año que llevamos. Pero cuando tú puedes desgastar al rival con Hugo 60 minutos, metes luego a Sadiq, y a Rafa los últimos 10, ya se juega a otra cosa.

Porque el contrario ya no tiene vía libre permanente para llegarte y hacerte daño y peligro, y segundo porque eso mismo pasas a tenerlo tú. Y cuando esas cosas suceden, siempre es más fácil que tus delanteros estén en el área rival en el minuto 85, en boca de gol, para poder marcar el tanto del empate, como fue el caso en Villarreal. Hay muchas diferencias entre estte Valencia y el de hace dos meses, pero todas se pueden explicar.