En el Valencia parece que siempre sea 28 de diciembre
Me gusta siempre hacer algo como una especie de homenaje a otros tiempos, pero la verdad es que faltan ganas... y todo sería plausible

Siempre es 28 de diciembre en el Valencia de Peter Lim. Y si no lo es, lo parece, porque la verdad es que casi no hay día en el que ocurra algo que no hace tanto nos habría parecido poco menos que mentira, y que ahora mismo es lo habitual y cotidiano.
Acostumbrarse a eso, a pesar del run run este de que normalizamos todo, es imposible, ya no porque en el Valencia fuésemos de otra manera, que siempre hemos sido muy nuestros, sino porque soportar esto es inhumano. Normalmente intento escribir algo que tenga su gracia y que emule a los viejos 28 de diciembre de los medios, cuando de verdad “colaban” algunos temas, algo que hoy en día es poco menos que imposible.
Pero es que en este club estamos en un nivel en el que todo puede ser cierto, no hay nada que nos coja de verdad de sorpresa, y cualquier cosa que anuncien se puede dar como cierta. Es por ello que este año, por varias cosas, no tengo el ánimo ni el humor.
Ha sido un 2024 de mierda, en demasiados sentidos, y lo mejor que nos puede pasar a todos es que se acabe, cuanto antes. Y aunque no tengo nada claro que el 25 sea mejor, en este hemos sufrido demasiado, y de una forma a veces gratuita e innecesaria, y sobre todo injusta.
Me gustaría estar hablando de otra forma el año que viene tal día como hoy, y quiero ser optimista por encima de todo, aunque ahora mismo eso me cueste más que en la vida. Y si siempre ha habido algo en mí que no ha cambiado es pensar que el Valencia ganaba, que siempre ganábamos, aunque no lo hiciéramos. Y ahora eso es un mundo en mi cabeza.