El Valencia puede cambiar de entrenador, o no, pero sin fichajes, muertos
No sé si Baraja es el problema, la solución o ninguna de las dos cosas, pero si no hacemos lo que toca, nos vamos al carajo

Si el Valencia no cierra fichajes en enero nos vamos al carajo, sea Baraja el entrenador, Quique Sánchez Flores o Rafa Benítez de 2004. Si no entendemos eso, si el club, sobre todo en Singapur, no lo entiende, lo que queda de año se va a hacer mucho más duro que una tortura. Aquí parece que la panacea de todo sea tirar al Pipo, que con eso ya vamos a ser mucho mejores. Y no dudo de que haya un efecto rebote como siempre que se hacen estas cosas, ¿pero cuánto iba a durar?
Y repito, no estoy diciendo que no haya que cambiar el banquillo, porque como dice el propio Rubén, los númetos no se pueden defender. Hablo de los problemas del Valencia, de las carencias, de la falta de experiencia, de gol, de todo aquello que no tenemos, que no teníamos el año pasado pero fue suplido por un buen arranque que dio una confianza vital, y que va a ser el lastre que tengamos toda la temporada si no ponemos remedio.
Llegados a este punto, yo dejaría a Baraja, le traería los fichajes que hacen falta, todos los que hacen falta, y sino vamos, fuera. ¿La razón? Práctica. Estamos viendo que Quique, como es normal, exije esos refuerzos. Has de pagar al Pipo, has de pagar al futuro entrenador, has de gastar en refuerzos. Apliquemos lógica: gastamos todo lo que tengamos en jugadores, en que sean los mejores posible. Dicho lo cual, la pinta es que nada de esto va a pasar.