Demasiado ruido en el entorno del Valencia
La calma, que no digo que sea fácil, es algo que debería primar, y desde luego brilla totalmente por su ausencia... por muchos motivos
Desde el primer día del curso estamos dando por sentado que el Valencia va a descender. Eso es algo que ya pasó el año anterior, pero la diferencia es que en aquel momento las cosas empezaron a rodar casi desde el inicio, y esta campaña, nada más lejos de ese punto. Si a eso le sumamos mil extras de todo tipo, muchos ni deportivos, la mezcla es explosiva.
Porque hay que sumarle la guerra social que existe, que estaría igual aunque fuéramos primeros, pero claro, en ese contexto se haría menos ruido. Estamos peor que en la vida, a muchos niveles, aunque no todos, y como eso es así, que la pelota sea otro desastre, algo que no ocurría el año pasado, hace que el ruido sea ensordecedor, insoportable, cansino hasta el extremo.
Los jugadores estaban pidiendo perdón después de perder en Vigo en la jornada 2, y eso, que quizá en ese momento pasó más de puntillas, era todo un aviso. Llevamos unos meses que no se pueden soportar, que no se pueden digerir por los que están, y que como no hagamos algo, pero algo de verdad, nos va a comer, porque ese es un proceso que no tiene freno.
Aunque lo que tengo claro es que nuestro carácter autodestructivo, que lo tenemos y bien acusado, nos va a hacer que esto no pare, de ninguna forma. O cuando lo haga, por desgracia, puede que ya sea demasiado tarde para todo y para todos, especialmente para el Valencia.