Empieza diciembre, y en el Valencia, temblamos

Estamos a un mes de abrir el mercado de fichajes de invierno, y el Valencia tendría que ver esa fecha como una especie de referencia.

Un equipo que anda abajo, que encima no tiene presupuesto para estar tan abajo, que cuenta con carencias que todos sabemos desde hace meses, que ha firmado una gran operación financiera que le da aire en el corto plazo, que llena su campo siempre aunque deportivamente esté como está, que tiene una de las mejores aficiones del mundo… y lo cierto es que nadie da un duro porque de verdad se hagan los deberes que tocan en esta ventana. 

Se habla de un lateral derecho por aquello de Thierry ha dicho adiós al año, ¿pero ya está? Resulta complicado pensar que haya nadie, dentro, que piense de este modo, y es más, ya digo yo que nadie lo hace.

Pero una cosa es que lo se hable a nivel interno, y otra muy distinta lo que decida el señor que manda, Peter Lim, que es algo que ya deberíamos saber perfectamente a estas alturas de película. Vamos a ver también si hay jugadores que se quieran ir, entiendo que de los que no jueguen, porque eso también puede generar un hueco, y, de hecho, si no son habituales, es que su concurso tampoco es vital.

Pero más allá de los procesos normales del fútbol, que son así, lo que corresponde es saber si de verdad va a haber algún tipo de voluntad real por parte del propietario, porque esa es la clave de todo, por donde pasa que podamos ser mejores el 1 de febrero que el 1 de enero. Porque ademas no es un capricho, sino una absoluta necesidad, para quien lo quiera entender, y para quien no.