El Valencia y Mestalla le regalan una gran victoria a Valencia
El partido más sentido y emocionante de la historia de Mestalla, con momentos que quedan para la historia, y con una victoria muy necesaria

Jamás había llorado tanto y sentido tanta emoción en un partido en Mestalla, y he podido vivir los más grandes. La previa del Valencia - Betis ya es uno de los momentos más emocionantes de la historia. Lo que se vivió en el centenario coliseo queda en el corazón y recuerdo de todos, y el homenaje a todas las víctimas y afectados, se recordará por siempre. Con los locales de negro en señal de luto y con la congoja en las gradas, arencaba un partido que era muy importante para los hombres de Baraja. 3 centrales, laterales largos, falsos puntas… y mucha necesidad. Y en el minuto 7, en una jugada ensayada que salió a la perfección desde un córner, Tárrega, valenciano y zona afectada por la DANA, marcaba el 1-0. Brillante. Emocionante. Muy importante.Ese gol debía darnos alas, pero lo cierto es que cometimos otro error en el 11, y sólo una enorme de Mamardashvili evitaba el 1-1 con el delantero bético solo ante portería.
Aunque a la segunda sí fue, porque en el 13, Ruibal sacaba una falta y Hugo Duro, al tratar de despejar, la metía en su propio marco. El camino no iba a ser fácil, sin duda. Lo cierto es que los verdiblancos estaban mejor, eran superiores, y había que hacer más cosas para igualar el choque. Había que defender mucho mejor y atacar rápido, en definitiva, ser nosotros. En el minuto 25 se paraba el juego porque un aficionado se sentía indispuesto en las gradas. Y cuando el partido se reanudaba, en el 28, de nuevo se volvía a parar el juego por el mismo motivo. Demasiada tensión por muchas cosas. Costaba mucho meterse en el encuentro, porque era el más extraño que se ha visto nunca, pero había que hacerlo, y en eso se esforzaba Baraja. En el 44, una brillante jugada del Valencia por la izquierda terminaba en un gran centro de Gayà y un remate de Diego López que entraba… pero que se acabó estrellando en el palo. El Betis tuvo dos muy claras antes del descanso, pero no acabaron en gol por poco, primero en una jugada de Abde y segundo en el córner posterior. Con empate terminaba una primera parte muy difícil para todos.
La segunda parte empezaba sin cambios, pero con la misma idea: ganar como fuera. El equipo salía fuerte, y Diego López volvía a estar cerca del gol después de un remate de media chilena después de un gran centro de Rioja. Era el 46 de juego. Y en el 49, después de una jugada muy extraña, dispara Guerra, rebota en un rival, el balón vuela y vuela, y Duro, más atento que nadie, la engancha como viene para marcar el segundo con un enorme remate. Y en el 52, con una jugada mágica de Javi Guerra, descomunal, pase al espacio de nuevo a Duro que, como en la final de Copa ante el mismo rival, marcaba con una vaselina maravillosa. 3-1 para delirio de un campo que no paraba de llorar. Y en el 55, centro de lujo de Gayà, el balón llega a Diego López, que controla de espaldas, se da la media vuelta, y marca un golazo descomunal para hacer el 4-1. 11 minutos de éxtasis absoluto.
El partido bajó un poco, y eso no era buena, y en una llegada del Betis, Ávila dispara de fuera del área cuando parecía que no pasaba nada, y el balón entraba pegada al palo. 4-2 y 24 minutos por delante. En el 73, el Pipo movía el banquillo, dando paso a Valera y Dani Gómez, que entraban por Diego López y Enzo Barrenechea. Entraba también Guillamón por Hugo Duro. Cambiaba todo un poco. En el 80, volvía Almeida entrando por un Javi Guerra fundido, pero que había estado mucho mejor que otras veces este curso. La primera del luso era una maravilla, con calidad, pisándola y teniendo la pelota, y demostrando que puede, y debe, ser muy importante. En el 90 entraba Fran Pérez por Rioja... y el colegiado añadía 8 minutos. Pero no pasó nada, los puntos se quedaron en casa, y el sentimiento de mil emociones, para la historia.