Trabajemos por el Valencia, que no es tan complicado

El club es una cosa y el máximo accionista otra, que da hasta reparo decirlo en fechas como estas, pero es que es así

Toni Hernández | 03 NOV. 2024 | 00:01
Mestalla

Como valencianista, que no tengamos Mundial me da exactamente igual. Como valenciano y futbolero, me da muchísima vergüenza que mi ciudad no sea sede. Este desastre tiene muchos, muchos padres, y Lim sólo es uno de ellos. "Enhorabuena" a todos. Mi resumen (sólo mío) a lo que hemos vivido en estos últimos días es que ya se veía venir y que, aunque se esté peleando, mucho me temo que no tiene vuelta atrás. O que al menos esta es muy compleja. 

El campo lleva parado desde el 25 de febrero de 2009, 14 años y medio. La primera piedra se puso en 2006, camino ya de los 19 años. “La culpa es de Peter Lim”. Claro que es suya, en su porcentaje, que es alto, muy alto. Pero pensar que es el único culpable es hacerse trampas al solitario y además de las groseras. Al máximo accionista nadie le obligó a firmar en el contrato de compra venta que lo acabaría; posiblemente el mayor error de todos los tiempos en esta entidad. Y, a partir de ahí, repartamos responsabilidades. Y analicemos bien los tiempos.

Lim nunca ha querido poner un euro suyo para el campo. Eso lo tenemos claro. Y aquí durante muchos años, pero muchos, no ha habido problema, a nivel político y con distintos partidos mandando, en soportar la vergüenza que representa el amasijo de cemento de la Avenida de Las Cortes Valencianas. Y todo eso, y todo es todo, cambia el día en que Javier Tebas cierra el acuerdo con CVC para inyectar en el fútbol español una buena cantidad de millones de euros. No entro en la gestión de Tebas, sólo sé que sigue ganando las elecciones en La Liga a modo de rodillo, pero sí digo que el Valencia tiene el dinero para acabar el campo desde 2022. Y que en abril de ese año, porque yo lo vi con mis propios ojos, estaba cerrado el boceto del estadio, el plan de negocio y la manera de llevarlo a cabo. No me lo tiene que contar nadie, estuve en varias reuniones a cuenta de una cuestión de la cubierta solar del campo, y, firmando una NDA, pude ver aquel proyecto.

El Valencia está listo desde entonces, pero, sólo dos meses después de aquello, el dinero estaba en el cajón. Y si a eso le sumas la venta del terciario (a veces hay que dar un paso atrás para luego dar dos adelante) y distintas opciones de financiación privada… insisto, el dinero está. Y eso lo saben todos, incluidos los que se dedicaron a enrocarse en un campo imposible a cuenta de un Mundial que ahora se nos ha ido de las manos. Hemos pasado de “total, para un Suecia - Camerún” a poner el grito en el cielo porque no se juegue aquí. Le hemos dado la vuelta al calcetín, ya que primero Lim era el malo malísimo por no acabar el estadio (que así es) a ser ahora más malo malísimo aún después de no querer quedarse en Mestalla. Aquí damos más vueltas que una peonza y todo ello sin el más mínimo signo de vergüenza. 

Y con todo esto, a lo que nos dedicamos nosotros es a insultarnos, a señalarnos, a decirnos lo que se supone que somos y a tirarnos encima toda la basura posible. Otro vergonzante sonrojo más que añadir a una lista en la que muchas cosas son de nuestra cosecha. Y eso no nos lo deberíamos permitir. No lo deberíamos permitir. 

Y por cierto, para todos aquellos que empiezan con este juego: los que quieren quedarse en Mestalla no son más valencianistas que los que pensamos que el futuro y crecer pasa por acabar el nuevo estadio y vender las parcelas para acabar con la deuda. Y una cosa más. Hemos de entender de una vez por todas que cuanto antes pase esto antes venderá Peter Lim sus acciones. Y sí, ganará más dinero por ello, pero a nosotros nos tendría que dar igual, porque el objetivo es que lo haga. ¿O acaso ahora resulta que es mejor que se quede? Para algunos parece ser que sí, visto lo visto.