A los que nos toca debemos volver a hablar del Valencia

No tengo ganas de hablar del Valencia, ni de fútbol, de nada. Están siendo unos días muy jodidos para todos, con historias terribles, que nos tocan a todos de una manera o de otra. Te sientes impotente porque no puedes hacer nada, y muy cerca de ti hay gente que necesita ayuda, que la suplica, y tienes claro en ese momento lo insignificantes que somos. Lo relativo que es absolutamente todo a lo que le damos una importancia que no tiene.

Pero cuando pasan cosas extremas, y algunas ya hemos vivido con 50 años a las espaldas, lo que toca, antes o después, es que cada uno se centre en lo suyo, en lo que le toca, en su trabajo, porque sin eso, todo está paralizado, y el mundo, por desgracia, no se para. Nunca se para, ni siquiera cuando le toca a uno de tus seres queridos. Hemos visto muchas cosas estos días, hemos oído historias terribles, y la sensación es que no hemos terminado.

En este rincón siempre estaremos para intentar pensar en otra cosa aunque sólo sea un instante, aunque sea para cabrearse conmigo porque no se está de acuerdo. Para lo que sea. Y si desde este humilde medio podemos hacer lo que sea, nadie me daría una alegría más grande que esa para poder sentir de verdad estamos contribuyendo a paliar el mayor desastre natural que ha vivido nuestra tierra desde que tenemos datos.