Cuando el mejor del Valencia siempre es el portero
El georgiano, si queremos puntuar, tiene que hacer paradas que son como goles, y eso, siempre, es casi imposible
Mamardashvili tiene que hacer paradas en el Valencia como si fuera Messi metiendo goles en su prime. Y claro, hasta el argentino tenía días dselicados y no veía puerta, con lo que imaginemos ese mismo contexto, pero para un portero, y encima de un equipo que sigue cogido con pinzas, que no levanta el vuelo, que lleva 7 puntos de 33 y es colista, y que para rematar la cosa, recibe el sábado en Mestalla a un Madrid que viene herido después del Clásico.
Lo del georgiano es una locura casi siempre, y cuando se da el casi, es decir, el día que no para lo que no se puede parar, entonces estamos abocados al fracaso, al desastre total. Porque nos rematan, nos llegan, nos hacen daño con muy poco, y no puede ser que todo, siempre, dependa de él. Porque es absolutamente inviable detenerlo todo, en todos los partidos, y ya lo estamops viendo de una forma clara durante este maldito curso.
El sistema defensivo, la solidaridad, el que no te hagan peligro, que te lleguen poco y mal, como el año pasado... Eso se ha perdido, y claro, estamos haciendo aguas por todas partes, no hace falta recocijarse en ello, porque no nos va a ayudar. Tenemos a Mamardashvili, y eso es bueno, pero le tenemos que ayudar, mucho, pero mucho más porque en caso contrario, lo que va a pasar a final de Liga lo tenemos todo muy claro en la cabeza.