¿Otra vez con el “vamos a echar a Lim del Valencia”?
Cuando parecía que este concepto, que sabemos que es imposible, ya había pasado a la historia, parece que alguno lo quiere desenterrar

"Vamos a echar a Lim del Valencia". En el Valencia actual hay que decidir muchas cosas, quizá hasta demasiadas, poco tiempo para tomar esas decisiones, y sobre todo, un peso en la historia en función de lo que se haga que puede marcar el devenir para varias generaciones.
Mucha presión si los que lo hicieran fueran de aquí, pero poca, o ninguna, pensando que todo se hablará a 12.000 kilómetros de distancia, y que, pase lo que pase, la vida de quien marque el destino no cambiará en absoluto.
Repito por enésima vez que ahora estoy más preocupado que nunca, porque veo posiciones extremas que no nos llevan a ninguna parte, en todo el mundo, y eso lo único que puede hacer es tensar una cuerda que, si se rompe, nadie sabe con exactitud las consecuencias que puede tener. Porque insisto, el futuro de Meriton me importa un carajo, pero el del Valencia no, y aquí, el club es lo que menos importa.
“La manera más rápida de echar a Lim”, y lo dicen sin ponerse nerviosos, sin el más mínimo signo de vergüenza, cuando se lleva años con esa cantinela y aquí no ha pasado absolutamente nada. El máximo accionista, o su hijo, o quien sea, debe tomar las riendas y decidir qué hace con nosotros, así de duro. ¿Decide iniciar las obras del Nuevo Mestalla y que de esa forma se pueda acelerar la firma de un nuevo convenio? ¿Recurre al Supremo y ya veremos lo que pasa y cuándo?
¿La idea será la de invertir en hacer un equipo más fuerte o ir a mínimos, incluso a menos, vendiendo más jugadores incluso de lo que se tenía previsto? ¿Va a venir alguien que mande de verdad en Meriton, Layhoon aparte, y se va a arremangar para avanzar algo en algún sentido? El inmovilismo ya no es una opción, de hecho nunca lo tuvo que ser, pero es que el Valencia se juega su futuro, y no depende de nosotros lo que pase.