Una guerra entre todos los que formamos en Valencia es irnos al carajo

"Jugadores mercenarios". La cantinela se escuchó en Leganés después del empate del Valencia de Baraja en otro partido "duro" de ver. "Es que no corréis", les decían los aficionados que les esperaron a pie de autobús. No, no es eso, porque esas frases son tópicos, esos malditos tópicos que lo quieren explicar todo en el mundo del fútbol, pero que no siempre lo hacen, y ahora es una de esas ocasiones, por más que nos pueda enfadar.

Pepelu y Canós bajaron a dar la cara, que algunos verán como algo bueno y otros no tanto, porque la cosa se complicó, los jugadores se calentaron al escuchar ciertas cosas, y tuvo que ir Baraja a poner un poco de paz en medio del follón. “Yo sé lo que es este escudo. No es momento de matar a estos", decía refiriéndose a sus jugadores. Porque eso es así, matarlos a ellos es matarnos a nosotros, lo que no significa que no se les pueda apretar y exigir.

Fue una noche de cuchillos largos, y menos de lo previsto porque no se perdió, pero sí de algunos ajustes de cuentes y de pedir cabezas cortadas y servidas en bandeja de plata. No, ese no es el camino salvo que tengas un vestuario canalla, que no es el caso, y sí los ha habido en otros momentos de la historia, vaya que si los hemos tenido. Hay que tener la cabeza muy fría, pero mucho, o en caso contrario ya sabemos cómo acaba esto.