En el Valencia sólo buscamos culpables, cabezas cortadas servidas en bandejas de plata

En el entorno del Valencia sólo queremos sangre, culpables, cabezas cortadas y servidas en bandeja de plata para poder saciar la sed de todo de una sola tacada. Ni esto es nuevo ni por supuesto es la primera vez que sucede, pero hay algo que sí es muy distinto a lo ocurido en otras ocasiones, y veo que hay pocas ganas de verlo: el nivel de la plantilla no tenía nada que ver, en todos los sentidos, y nunca se tuvo, de verdad, un riesgo claro de descenso.

Y veo que no tenemos nada claro qué podría significar el que pasara, porque es como si aquellos meses de 2023, los primeros de Baraja en el Valencia, no hubieran pasado, aquellos minutos contra el Espanyol en Mestalla o el partido del Betis en Sevilla no hubieran sucedido. Pegamos palazos con toda la saña, y ya no sólo el aficionado, que sin duda tiene derecho a expresarse como mejor entienda, sino que la opinión pública tampoco se queda atrás.

Culpables, nada más. ¿Las razones? Con decir aquello de "Peter, vete ya", parece que ya está todo hecho, pero vamos, a estas alturas deberíamos saber que no, aunque no lo estamos demostrando, ni mucho menos. No entiendo lo que queremos, que quizá sea fruto del miedo, pero más que pensar en esa sangre absurda, igual nos deberíamos centrar todos un poco más en ver qué podemos hacer para echar una mano, que se nos viene encima una muy gorda.