Cómo vive Mestalla los partidos del Valencia
El ambiente este año sigue siendo intenso, como siempre, pero con puntos distintivos que llaman mucho la atención

Mestalla está viviendo los partidos del Valencia de una manera un tanto diferente. La esencia sigue siendo la misma, por supuesto, apoyo absoluto a su equipo a pesar de algunas voces que clamaban por dejarlo vacío y estupideces por el estilo. Y el valencianismo, el activo, el que va a su casa cada partido, el que se rasca el bolsillo y no se pasa el día adoctrinando desde el móvil en redes sociales, ha dejado claras muchas cosas en apenas 3 partidos.
Más allá de hacer caso a nadie, en esa falta de respeto que supone decirle a Mestalla qué debe hacer, a estas alturas de la película, lo que el valencianismo deja claro es que está con su equipo a muerte, y contra la propiedad a muerte. Y que su influencia cuando se juega en casa es enorme cuando aprieta, sabiendo que su peso en el tema societario es testimonial, pero no deja pasar la oportunidad de dejarlo claro donde toca y como toca.
Es decir, en casa, con el campo lleno hasta la bandera, y gritando bien fuerte al palco. "Es que así no vamos a conseguir nada", dicen algunos. Y la respuesta es fácil, aunque un poco a la gallega, porque es en forma de pregunta: ¿qué se ha conseguido hasta ahora?. Yo sé que eso duele, a mí también, pero negar la realidad es una forma muy peligrosa de engañarse, y más cuando ese engaño va digirido a miles de personas que necesitan escuchar que todo va a cambiar.