El miedo como gasolina para mantener la tensión en el Valencia
Ese temor que nos hace más fuertes es algo que no debemos perder, ya que si lo hacemos, estamos vendidos por más que nos neguemos

El miedo es ahora mismo un arma a favor del Valencia. Y del entorno del Valencia. Siempre transformado en tensión, nunca en pánico, y por supuesto, como se cansa de decir nuestro entrenador, sin convertir cada situación un drama sin solución, porque ese no es el camino ni mucho menos, y debemos alejarnos lo más posible de él. Curiosamente es el que elige cierto sector apocalíptico, que luego si ganamos, adopta un molesto tono paternal.
Confieso que vi el partido del sábado con un dolor de estómago que no recordaba. Y me enfadaba conmigo mismo porque así no se puede estar en la jornada 6. Pero al mismo tiempo me daba cuenta que eso mantenía una tensión que vi reflejada en Mestalla, en el entrenador y en los jugadores, que iban como motos a por cada balón, sin ahorrarse un esfuerzo, sin quedarse nada para ellos, dando todo y un poco más en cada jugada.
Ese miedo que nos hace volar es el que no debemos perder, porque tenemos que ser todos consecuentes con lo que somos, y cómo podemos salir de donde estamos primero, y hacer una buena temporada después. No podemos relajarnos, no tenemos materia prima para ello, ya que no vamos a ganar partidos, ni puntos, sin bajar del autobús. Genera mucho más desgaste, seguro, pero no conozco otra manera efectiva de poder sacar esto adelante.