La presión: un arma de doble filo en el Valencia CF
Es obligado empezar a sumar de tres en tres, pero la ansiedad y las necesidades pueden ser muy peligrosas si el equipo no reacciona
El peor escenario posible ha llegado para el Valencia, intentando ver el vaso medio lleno podemos agarrarnos a que La Liga solo ha hecho que comenzar y a la dificultad del calendario. Baraja afirmó tras la derrota en el Metropolitano que esta no era la liga del Valencia, palabras que no pueden justificar el rendimiento de las primeras jornadas por mucho que los rivales fueran de gran entidad. Lo único cierto es que el Valencia es colista con un punto de 15 y lo peor, las sensaciones en lo futbolístico han sido muy negativas.
Por todo ello hemos llegado a un punto en el que la presión es necesaria, el Valencia tiene una plantilla muy debilitada pero en cuanto a calidad no es de las peores del campeonato. Es un equipo destinado a sufrir pero ni mucho menos debería estar descolgado de los demás. Sumar de tres en tres daría algo de tranquilidad y para ello hacen falta más que palabras y conjuras, Baraja debe liderar la nave pero también exigir a los jugadores; es su responsabilidad.
Dicho esto, el hecho de tener a una plantilla tan joven y la difícil situación social también puede jugar una mala pasada. El enfado es totalmente comprensible pero la resignación dando por hecho el descenso cuando se ha jugado tan poco no es razonable. Mestalla no va a fallar al equipo pero es la hora de los jugadores.