Regodearnos en la desgracia del Valencia no nos va a salvar de bajar
Lo del Metropolitano fue muy duro por muchas cosas, y no voy a decir que esa no es nuestra Liga, pero sí que debemos cambiar la actitud

Si nos pasamos el año diciendo que el Valencia es una mierda, nos vamos a ir a la mierda. Y podemos pensarlo, incluso cosas mucho peores, pero es nuestra mierda, la nuestra y la de nadie más, y eso, o lo tenemos claro con todo lo que significa, o no hace falta que juguemos las 33 jornadas que quedan hasta el final. Y lo digo empezando por mí mismo y acabando por cualquiera de nosotros, de cualquier valencianista que lo sienta.
Yo también me pasé el partido resoplando, mucho, y sorprendentemente, casi sin sufrir, como si tuviera asumido lo que iba a pasar casi con total seguridad. Y me desesperaba, y le decía a mi mujer cosas que no me atrevo ni a escribir, porque a mí, como a todos, se me llevan los demonios. Pero gustarnos en ese barro, darle mil vueltas y repitiendo cada día mil veces que somos lo del principio, una mierda. Eso nos condena casi tanto como lo que pasa en el verde.
El sábado toca ir a Mestalla con los ojos en sangre, y así hasta el final de temporada. Cada maldito partido, por más que todo nos dé vergüenza, asco, pena, rabia e impotencia. No conozco a ninguno de los equipos que lucha siempre por evitar el descenso estar convencidos en septiembre de que no hay solución. Porque nosotros tenemos, vaya si tenemos, y el primer paso es que todos, pero todos, nos lo empecemos a creer de una vez.