Otra derrota dolorosa de un impotente Valencia

Muy inferiores los de Baraja, sobre todo en la primera parte, y con la sensación de que se ha tocado fondo en algunos aspectos

Toni Hernández | 15 SEPT. 2024 | 21:00
Valencia CF

Que el Valencia ganara el primer partido de Liga al Atlético en su campo era el objetivo… y en él no creía casi nadie. Muchas bajas por lesión, Mir por lo suyo, algunos cambios en el once, con la caída de Jesús Vázquez y la titularidad de Dani Gómez, y la duda de cómo le iría a Javi Guerra de media punta. Los primeros minutos dejaban claro la dificultad del encuentro, y lo que íbamos a intentar. Pasado el minuto 10, apenas si habíamos cruzado la medular, el balón no nos duraba nada, y el colegiado ya enseñaba la patita con una amarilla a Tárrega mucho más que discutible. Los locales seguían enchufados y nosotros muy blandos, y con ese problema de posesión, que casi no existía, echando de menos a Almeida de forma gigante.

En el 19, primer horror defensivo en una jugada nuestra de ataque, con una pérdida incomprensible, y Sorloth, delante de Mamardashvili, veía cómo el georgiano hacía una enorme parada. Superada la media hora, nada cambiaba, y la sensación, como espectador, era que sólo había un equipo que quería ganar, y otro que estaba en el campo, pero sin hacer daño, sin sacar las uñas, sin pegar ni medio zarpazo. Y en el 38, como se veía venir, llegaba el primero local, después de una pérdida indecente en el centro del campo, otra, y una combinación colchonera que nos dejó todas las vergüenzas al gofre. Fue Gallagher a pase de De Paul, pero el tanto se empezó a gestar muchos metros antes. En en 45 llegaba el primer remate, o al menos amago, del Valencia, con un disparo de Guerra a las nubes. Terrible el nivel del de Gilet en la primera mitad. Al descanso 1-0, y sin tener nada claro cómo darle la vuelta.

Al descanso salía Barrenechea, que entraba por Guillamón, otro de los que había estado terrible, y encima con amarilla. En el 48, una acción individual de Guerra se convertía en un centro chut que no remataba por poco Dani Gómez en boca de gol.  En el 50, de nuevo Guerra con un zapatazo de fuera del área tras un rechace, no era gol por un palmo. Todo parecía distinto en el arranque de la segunda. Pero de nuevo fue un espejismo, porque en el 53, con otra cadena de fallos infantiles, esta vez era Griezmann el que ganaba la espalda de forma sencilla para hacer el segundo. Así es imposible.

La sensación desde ese momento era que, cuanto antes se acabara todo, mejor. Curiosamente, el equipo siguió bien, estando en campo rival, sin tampoco generar peligro, pero compitiendo bien, algo que no había pasado. EN el 69, se iban Rioja y Foulquier y entraban Jesús y Canós. No pasó gran cosa, y en el 79, el Pipo sacaba del campo a Dani Gómez y Guerra por Valera y Martín Tejón. En el 86 llegaba la más clara para nosotros, con un remate de Thierry que paraba Oblak. El dato era revelador. La nada hasta el final, con una derrota digna por el marcador, pero dolorosa, mucho, porque no estamos ni lejos de de ellos, sino mucho más. El tercero, cuando ya se conformaban todos con el 2-0, el resumen de todo.