Quitarle el miedo a los jugadores del Valencia
Las piernas pueden pesar, la presión no es algo que se haya inventado nadie, y la responsabilidad está muy presente

Necesitamos que los jugadores del Valencia no tengan miedo. Que no les queme el balón, sobre todo en Mestalla, que se sientan cómodos, que sean los de casa, los que mandan, los que llevan la manija. Tener a un grupo tan joven tiene cosas positivas, porque las tiene, pero muchas también son negativas, y eso no se puede negar, porque hacerlo es, básicamente, hacer el ridículo. Gente de esa edad está para que los mayores les protejan, pero no tenemos mayores.
O son muy pocos, y encima, el capitán, José Luis Gayà, está lesionado y no se espera su vuelta hasta dentro de al menos un mes. Y claro que miran la tabla, y leen las redes, y saben lo que hay, lo que pasa y todo lo que está en juego. Si fallan un pase, o diez, nuestra reacción tiene que ser otra distinta a lo normal, es decir, los pitos pueden ser lo que toque, pero ahora mismo eso sería pisarles la cabeza con una bota de pinchos, de forma literal.
Hay que darles calor, hay que arroparlos, y no estoy diciendo todo esto con un tono paternalista, que esto es el Valencia, pero sí tenemos que tener mano izquierda, visión, altura de miras desde cierto punto de vista, y no entro en los juegos de palabras de hace unas semanas. Tenemos que hacerles volar, ni más ni menos, porque si se sienten respaldados, esos chicos, que tienen calidad, nos van a seguir dando alegrías, no me cabe ninguna duda.