Un Valencia terrible pierde en Bilbao y se encienden todas las alarmas

Partido de nuevo muy flojo del equipo, al que le faltó de todo, y ahora el duelo del sábado en Mestalla se torna angustioso

Toni Hernández | 28 AGO. 2024 | 19:48
Valencia CF

Athletic - Valencia con la necesidad vital de ganar el primer partido del año. Un 4-4-2 más marcado, con Tárrega de central y Guillamón junto a Pepelu. Mir y Hugo Duro arriba, y lo dicho, la necesidad de ganar. Los primeros minutos fueron de tanteo, igualados, hasta que empezamos a cometer unos fallos absurdos, impropios. La primera muy clara era suya, después de una falta lateral, que no despejaba bien Mamardashvili, el rechace llegaba a Iñaki Williams, y su disparo se una al larguero. Sancet, solo pero forzado en la segunda acción, la mandaba fuera.

En el 20, el georgiano sí que hacía una de las suyas, enorme, porque Iñaki remataba solo después de otro error grosero de Jesús Vázquez, y paraba una de esas imposibles. Pasada la media hora lio habíamos tirado a puerta, y ellos habían tenido al menos dos muy claras. Y las sensaciones superaban ampliamente a los datos objetivos. La primera nuestra, clara, fue en el 39, con una jugada rápida que terminaba con un remate de Diego López que rechazaba la zaga. Algo de esperanza… Pero además de todo, la suerte no está con nosotros, y en el 45, cuando ya se barruntaba el descanso en tablas, un centro lateral era rematado de una forma espectacular por Prados que hacía el 1-0. Sinceramente, muy justo, pero muy duro para un equipo cogido con alfileres. 

La segunda mitad empezaba sin cambios, pero con esa necesidad de que todo fuera diferente, y la sensación de que todo pesaba demasiado en los jugadores. Los primeros minutos eran un calco del primer acto, porque sólo se vivía en nuestro campo, y así, lógico, era complicado empatar. En el 58, Mir se marchaba del campo y entraba Almeida, buscando tener la pelota, algo al menos, porque sólo la veíamos pasar. El equipo se iba al 4-3-3, y tocaba apretar y rezar. Pasado el 60 de partido, no dábamos señales de vida arriba, y ellos tampoco apretaban, porque no les hacía falta.

Con el luso al menos parecía que estábamos algo mejor, incluso llegando, aunque sin peligro. A falta de 25 minutos, hacía falta mucho más. Y eso iba yendo a más, porque lo cierto es que Almeida salía bien, y cuando hay calidad, eso este equipo lo agradece. En el 80, se iban Pepelu y Diego López y entraban Guerra y Martín Tejón. El de Denia sigue lejos de su mejor versión, y bien que lo estamos pagando. En el 88, Duro y Vázquez se iban, y entraban Thierry y Dani Gómez. A la desesperada, porque no había mucho más tiempo. Pero es que ni llegamos a tirar a puerta. Muy mal, todo muy mal, cero puntos de nueve, y el miedo metido en el cuerpo.