10 años y un día, la condena del Valencia que algunos permitieron

"El Valencia se ha convertido en la mayor transacción del fútbol mundial". Las palabras de Aurelio Martínez, el gran cerebro de aquella venta, siguen resonando fuerte en las cabezas de todos. La van a perseguir siempre, eso lo tenemos claro todos, él el primero, y pueden constituir el resumen perfecto de la condena que venimos sufriendo. No desde entonces, porque las cosas no fueren siempre como ahora, pero sí podemos decir en ese momento arrancó la pesadilla, y no lo sabíamos.

Admiro a los que hacen análisis rápidos y ligeros sobre todo lo que ha ocurrido en este tiempo, y encima sacan conclusiones demoledoras, porque a mí me cuesta hacerlo con retrospectiva. En este tiempo han ocurrido muchas cosas, se han visto muchas derivas, muchos cambios drásticos, y todo ello con los mismos protagonistas de la historia, que al final es lo más duro de entender, al menos para mí, que tampoco soy el más listo de la clase.

Lo que pasó hace 10 años y un día tiene muchos padres, pero muchos, y a aquello ayudó mucha gente, gran parte de la cual hoy se quiere eregir como adalides de la lucha contra el enemigo que ellos mismos ayudaron a crear. Aunque de todo aquello, de largo, el gran delito fue no hacerle firmar al actual máximo accionista que debía terminar el estadio, algo esencial, no hoy, sino desde el día que se pararon las obras. Aunque lo peor no es lo que llevamos, sino lo que queda.