Quien se avergüence del Valencia, igual no es tan del Valencia
Cada año es un drama por estas fechas, sin darse cuenta, o sí, que el daño que se le hace al club es gran e innecesario

Estoy leyendo demasiadas veces a valencianistas diciendo que se avergüenzan del Valencia. Y, haciendo el juego de palabras, la vergüenza me da a mí. Y para estas cosas es muy importante saber de qué generación es cada uno, porque eso pone las cosas mucho más en contexto.
Nací en 1974, y el primer título que viví y del que fui consciente fue… el ascenso a Primera División en 1987, como bien dice Ricardo Arias, aunque sea una mancha negra gigante en el expediente, ahí está y copa nos dieron por ello.
Si todos los que formábamos parte de lo que hoy llamamos el entorno, hubiéramos sentido vergüenza de aquello, que fue con mucho el peor momento de la historia en todos los sentidos, ahora mismo no habría club, no habría nada. Pero lejos de sentir tal cosa, la reacción fue totalmente la contraria, con Mestalla lleno cada partido, miles de abonados más que en Primera, orgullo y sentido de pertenencia…
El Valencia fue fundado el 18 de marzo de 1919, aunque podemos decir, sin temor a equivocarnos, que tuvo otro nacimiento en 1986, cuando después de perder un sábado en Barcelona 3-0, y el domingo empatar a cero Cádiz y Betis, dimos con nuestros huesos en el maldito infierno.
No entiendo muchas cosas de las que pasan en torno al club, en el entorno del club para ser más exactos, pero esta es de las que me sacan de mis casillas, porque si hay algo que depende sólo de nosotros, es tener intacto el sentido de pertenencia, el ser de este equipo por encima de todo y de todos, y parece aquí que algunos sólo están para las cuestas para abajo, y ya no tienen el menor reparo en dejarlo claro. Y muchas veces.