En el entorno del Valencia hay mucha gente que debería aclararse
Todo es muy extraño, muy extremo, y sobre todo, muy previsible, porque una cosa y la contraria, en la misma frase, es lo normal

Cierto sector del entorno del Valencia no quiere que se arregle nada, incluso me atrevería a decir que necesitan a Peter Lim y a Meriton al frente del club, porque eso da sentido a su foco mediático. El día que el de Singapur ya no esté, se acabó, fin de la partida, y eso lo saben perfectamente. Por eso nada viene bien, nadie es válido, cualquier solución siempre tiene detrás algo, se ocultan unos oscuros intereses… Claro, todo aquello que no viene de su mano.
No voy a ser dudoso. Ojalá y Juan Roig comprara el Valencia, algo que jamás ocurrirá. Y para pensar esto no me hace falta que me pague nadie, que algunos piensan que sólo se puede tener opinión a cambio de dinero, que claro, me hace deducir que a ellos, a esos guardianes de la moral valencianista, también les debe pagar alguien, o tener intereses por detrás, ¿no? ¿O acaso las acusaciones sólo van en una dirección?
Que haya alguien en el entorno del Valencia atacando a Mercadona y a Juan Roig da asco y vergüenza. Es una pérdida de papeles muy por encima de la media de ciertos personajes, y que si uno tiene un poco de decencia, no puede dejar de denunciar. Porque todo no puede valer, especialmente aquello que algunos quieren imponer como el único discurso. No les valen de fuera, no les valen de casa... No les vale que no sean ellos mismos.
La sensación, que no es nueva, es que no se quiere arreglar nada, porque no interesa, porque muerto el perro se acabó la rabia, y eso no es bueno para algunos. Pero el movimiento ya es imparable, no tienen nada que hacer, y aunque no va a existir la solución perfecta, tampoco nos montemos castillos en el aire, una es mejor que ninguna, y eso tampoco se quiere admitir. Porque podría ser que alguna vez nos saliera algo bien, y eso no conviene. Todo muy triste.
Todo lo que valía hace una semana, o un mes, o seis, ahora no es que no valga, es que es todo lo contrario, y vale exactamente igual. Y así no se puede funcionar, porque se deja muy claro que aquí vamos por intereses particulares y no generales, y eso es un problema muy grave. Pero mucho.