La solución al Valencia de Lim es otra, ya debe estar claro

Si queremos darle una solución al “problema Lim” en el Valencia, hay que actuar de un modo distinto. Y se debe hacer porque la táctica que se ha estado usando estos años, que ya son más de cuatro, que viene de antes de la pandemia, no ha cambiado nada en absoluto, seguimos en el mismo punto, la propiedad sigue cómoda en Singapur.

Y no, no tiene nada que ver con que aquí haya nadie anestesiado o con colaboracionistas necesarios, como de forma mezquina se llama a quien no piensa como determinado sector del valencianismo. La gente que durante este tiempo se ha movido, ha invertido su tiempo, su energía y su dinero, ha hecho lo que ha podido, y más.

Y se diga lo que se diga, todo ha sido respaldado por miles de personas desde el primer momento, que han salido a la calle, vaciado Mestalla, protestado cada partido y todo aquello que se ha consensuado como necesario.

Pero todo ello no es que no haya servido de nada, que me parece terriblemente injusto, pero es cierto que no ha alterado el rumbo de los acontecimientos como se esperaba, como se vendía, como se generaba hablando de unas expectativas que jamás se han tomado, ni muy de lejos.

Este guerra se gana con dinero, con nada más, y para ello hay que poner el club en valor, hacer determinadas cosas que es posible que no gusten, pero que hacen falta, y tener muy claro que el objetivo no entiende de pieles finas, no puede entender. Después del domingo hay que enfriar los ánimos, o más que eso, estar muy serenos, saber qué se debe hacer, y especialmente, hacerlo. Porque sólo así lo conseguiremos, y lo vamos a conseguir.