La Liga se acaba, el valencianismo se fractura y el futuro da miedo

Se cerraba la Liga en Mestalla, con otra propuesta fuera del estadio antes de comenzar el encuentro, que no tuvo el mismo seguimiento dentro, y con las miradas puestas en muchos y distintos frentes. El fútbol no era lo de menos, y lo que mandaba eran los mensajes de la afición lanzaba a la propiedad después de otro años sin Europa. Además de los habituales de cada partido, hubo mucho valencianista que se acercó al estadio para sumar en esa protesta. El partido, que hubo, claro, y comenzó con ritmo, mucho, especialmente por parte del Girona, que tuvo varios ocasiones para marcar en ese arranque. Poco a poco, los de Baraja se iban metiendo en el partido y llegando también, aunque con menos peligro.

Llegados a la media hora de partido, los de Michel seguían mandando, y mucho, y la sensación era que el gol visitante rondaba en cada ataque que efectuaba. Nosotros, con 5 chicos formados en casa, intentábamos ser nosotros, ese equipo de todo el año, pero costaba mucho. Y en el 32, como estaba cantado, llegó el 0-1 de Savinho después de una enorme jugada colectiva por la derecha de su ataque. Un gran gol de un equipo que juega muy bien a esto. En la siguiente jugada, el resumen de la temporada: contra de manual, Canós solo ante el portero después de una gran maniobra, y su remate, cuando se cantaba el empate, terminaba en el palo. La falta de gol ha sido algo muy duro esta campaña. Antes del descanso hubo ocasión para otra gran parada de Mamardashvili a remate de nuevo de Savinho, que tenía toda la pinta del segundo. Al descanso con 0-1 en un encuentro extraño, mucho.

La segunda parte empezaba con dos cambios en el equipo, ya que salían al campo Thierry y Peter Federico, y se quedaban en el vestuario Hugo Duro y Foulquier. En el 48, era Titi el que ponía un gran centro a Marí que el canterano remataba alto por muy poco en una buena ocasión. Y cuando parecía que el mando del choque era local, una buena jugada del Girona terminaba con un bien gol visitante para poner el 0-2 en el minuto 58. Parecía resuelto el partido. Tras el gol, Marí y Cenk se marchaban del campo, y entraban Gayà y Yaremchuk. El ucraniano tenía una ocasión clarísima en el 66, ya que solo, delante del portero tras un error en la salida de balón, picaba el balón pero lo mandaba fuera. Y en la siguiente jugada, un centro sin demasiado peligro del Girona, tocaba en Yarek y se metía para dentro. Otro buen resumen del año.

Del 70 al 71 el equipo veía cómo caía lesionado Gayà apenas 6 minutos de entrar, veremos la Euro, y en la siguiente jugada, Diego López, mano a mano, tampoco podía batir al meta visitante. Almeida entraba por el de Pedreguer. En el 74, otra muy clara de Yaremchuk, que pisa área con balón controlad y su remate se va fuera. Mientras la gente se iba del campo, las caras eran complicadas de explicar. Javi Guerra pudo marcar también en el 80 después de una buena jugada de Almeida, pero su remate, como todos los del equipo, se marchaba fuera. En el 83, una jugada de Thierry por la derecha acaba en penalti, y Pepelu, por fin, lograba marcar para el equipo. Hubo más ocasiones de unos y otros hasta el final, pero con ese 1-3 se puso un triste epílogo que tampoco se merecía esta plantilla.