Despreciables aquellos que “deciden” quién es un valencianista bueno y quién es malo
A todo aquel que intente imponer nada hay que pararle los pies, pero de raíz, que ya está bien de estas dictaduras morales
Quien señala a valencianistas que no piensan igual que él es un ser despreciable. Y para que nadie se ofenda, o para que lo haga más aún, diré que yo cometí ese pecado capital hace años, porque pretendía imponer mi forma de ver las cosas a los demás, y pensaba lo más grande, en negativo, de todo aquel que no iba en mi misma dirección.
El poso de los años y las cosas que te pasan, y que vas entendiendo que nuestra grandeza es la pluralidad, junto con un poco de distancia, que siempre es básico, te hace ver las barbaridades que se intentan cometer ahora, y por mucho que te digas eso de “no entres, no entres”, resulta de todo punto imposible admitir que haya esta especie de carta blanca para los policías de balcón que vigilan tu conducta valencianista.
Esta semana viene caliente, y más que se va a poner conforme llegue el domingo, porque parece que algunos no entienden que cada uno ve las soluciones del Valencia de un modo, y encima insisten en que si nos sigues las suyas, eres un vendido o cualquier estupidez de las que llevan escupiendo varios años contra el que no les baile el agua. Durante demasiado tiempo ha habido silencio y permisividad, porque se entendía que mejor así, que ya se cansarían.
Pero no lo han hecho, y no sólo eso, sino que la inacción les ha dado alas, que ahora se les empiezan a costar por todos aquellos que han/hemos dejado de estar callados. No, dejaos de películas, aquí no hay valencianistas buenos ni malos, hay valencianistas, que ven las cosas de un modo u otro, que entienden las soluciones de una u otra forma, pero que tienen muy claro, todos, dónde está el problema. Y cada vez, también, dónde y en quién no está la solución.