Valorar la temporada del Valencia de Baraja
Quedemos octavos, o novenos, el curso de la plantilla es muy bueno, no confundamos con lo que tendría que ser el club

Todo lo malo que le pasa al Valencia es culpa de Peter Lim. Supongo que de alguna manera es empezar por el final, o poner la venda antes de tener la herida, pero como aquí ocurre que si no pones primero a parir al dueño resulta que todo lo que digas no vale de nada, y muchas veces ni aún así, pues vamos a jugar con las reglas que nos imponen por encima de las que deberían ser razonables. La temporada que ha hecho esta plantilla, en base a su potencial, es excelente.
Podemos verlo o no, querer verlo o no, pero la realidad es sólo una, esta. A eso hay que añadir los mil problemas con las lesiones, la ausencia de fichajes, porque en verano faltaron, y en invierno sólo vino uno, cuando hacían falta bastantes más, y cómo no, que los arbitrajes no están quitando de forma miserable, y de alguna forma, innecesaria. Esto último, bueno, lo podemos resaltar o no, pero es otra de esas verdades que tampoco es que gusten demasiado.
Y por cierto, achacarlo a Meriton, pues hombre, puedes hacerlo, pero a nosotros no es que nos hayan tratado especialmente bien nunca, pero por eso no vamos a discutir. El año es muy bueno, y si de verdad se pretendiera dar continuidad a este trabajo, vendiendo poco y trayendo gente, lo cierto es que tendríamos motivos más que de sobra para poder estar muy ilusionados con el futuro, que si eso se diera, sería absolutamente inmejorable.
El problema, y de eso vamos a hablar largo y tendido, es que acabamos mezclando todo, y de ahí no va a salir nada bueno, para al final, de forma inexorable, acabar salpicando a los jugadores y al entrenador, que han hecho mucho más de lo que podían, y a los que exigirles más, estando cada uno en su derecho, no parece tampoco demasiado justo.