Harto de guerras a costa del Valencia

¿Nadie más está cansado de tener guerras en el Valencia? Todos los días, todas las semanas, todos los meses. Con las excusas más estúpidas que podamos imaginar, con argumentos peregrinos que no se cree nadie pero que se han normalizado de una forma mucho más que peligrosa. Pero siempre guerras, historias, películas, conflictos, barro para dar y tomar, como si no fuéramos del mismo equipo, como si de verdad se todos fuéramos enemigos irreconciliables.

Aquí se ha discutido por si había que sacarse el pase, por si había que llenar Mestalla, por si había que comprarse camisetas, por si había que alegrarse por las victorias del equipo, por si había que ir a Europa. Es que lo analizas y tienes motivos para volverte loco o mandarlo todo al cuajo, porque es imposible vivir así, no es sano, no puede serlo.

Pero es que muchas veces, casi todas, los mismos que montan estas guerras, le dan la vuelta al calcetín y dicen todo lo contrario, apuntando hacia los que nos les siguen la corriente. Eso es el pan nuestro de cada día, que convierte siempre las situaciones en un win win para los que van con el relato colgado a la espalda para ponerlo sobre la mesa a la más mínima ocasión.

Y en medio de todo ese pozo, de todo ese maldito fango, estamos olvidando ser del Valencia, que el club es lo más importante, que hay cosas que son sagradas, que no se pueden tocar, y sin embargo, son manoseadas de una forma asquerosa. Quizá algún día acaben todas estas guerras, que lo dudo, pero si eso pasa, ya veremos como todos somos más felices, aunque algunos pasen a ser la nada.