El Valencia pierde en Mestalla: mala primera parte y mala suerte

El Valencia - Betis de la jornada 32 era una lucha por Europa. Increíble en agosto, pero una realidad a finales de abril. Mestalla lleno hasta la bandera, ambiente de las grandes citas, y la ilusión, eso que tanto nos han castigado unos y otros, en todo lo alto. El Pipo apostaba por Thierry de salida, repitiendo por lo demás el once de Pamplona. Los primeros minutos fueron más densos que igualados, porque ninguno se hacía con el partido, y eso hacía que no hubiera ritmo. Pasado el primer cuarto de hora, parecía que los visitantes mandaban algo más, pero es que el Valencia no tenía demasiado balón en campo contrario, y eso le hacía sufrir más de la cuenta. Y en el 18, ese tímido dominio, se convirtió en algo mucho más serio, porque tras una buena triangulación, pase fantástico de Isco, y Ayoze remataba a placer para hacer el 0-1.

Teníamos que despertar, porque no es que ellos fueran ganando, es que estaban muy cómodos, y así iba a ser mucho más difícil. El equipo pareció irse un poco pasada la media hora, e Isco no hizo el segundo porque su remate se marchó fuera por muy poco. Se entraba en los últimos 5 minutos con más presencia de los de Baraja en campo rival, que ya era algo. Más ganas que realidad, porque lo cierto es que ellos, cuando apretaban, nos volvían a encerrar. En balón parado, en el 46, Cenk estuvo a medio palmo de poder hacer la igualada en una extraña jugada a balón parado. La más clara, casi la única, de la primera mitad. Mucho que hablar en el vestuario después de que el árbitro decretara el final.

La segunda parte empezaba con un cambio, ya que volvía a jugar Sergi Canós, después de varias semanas, y se quedaba en el vestuario Fran Pérez. Parecía que arrancábamos mejor, con un bullicioso Canós, pero sin llegar al área rival, mientras que ellos lo seguían haciendo. No controlábamos el juego, no estábamos bien, y el Betis seguía muy cómodo, sin tampoco hacer gran cosa. Llegando al 60, los que de verdad generan peligro eran ellos, y nosotros, lejos de nuestra versión habitual. El VAR evitaba el 0-2 del Betis, de forma bastante clara, y eso espoleó al equipo y al estadio. En el 62, entraba Peter Federico y se marchaba Javi Guerra. Y justo en la primera jugada, en un balón parado, el colegiado señalaba penalti sobre Hugo Duro. Pepelu volvía a marcar de pena máxima, y con 25 minutos por delante, había partido nuevo.

Después del gol, entraban al campo Hugo Guillamón y Dimitri Foulquier, y se marchaban Almeida y Thierry. No es que estuviéramos brillantes, pero sí muy intensos, y eso, con Mestalla, vale doble. Se entraba en los últimos 20 con todo abierto. En el 72, Federico remataba dentro del área un balón cruzado, parado del portero visitante, y el rechace daba en Duro, que igual que podía mandarla dentro, la echaba fuera. Y cuando el 2-1 estaba más cerca que nunca, Ayoze hizo una jugada individual, un remate que rebotaba en un defensor, y entraba mansamente en la puerta de Mamardashvili. Pepelu recogía un rechace en el 79 y su remate, potente, era detenido por el portero bético. Quedaba tiempo, y un empate no era malo. En el 83, Diego López se marchaba del campo y entraba Alberto Marí. Íbamos con todo lo que nos quedaba. El colegiado añadía 7 minutos y había que ir a muerte. En el primero de alargue, Marí se empachaba de balón al segundo palo y su remate se iba alto. Muy claro pero se iba. Hubo más llegadas, un colegiado haciendo el numerito, pero al final, el betis se llevó los puntos. Toca seguir luchando.