¿Y ahora qué pasa con el Nuevo Mestalla y el Valencia?
La situación es muy compleja, quizá más que antes, porque si el máximo accionista se enroca, podemos irnos a muchos años estando como estamos
El futuro del Valencia y del Nuevo Mestalla pende de un hilo, y ahora mismo más que nunca, por más que se esté celebrando la sentencia del TSJCV sobre los recursos presentados por el club a la caducidad anticipada de la ATE. No soy jurista y respeto al máximo las leyes, por lo tanto, si el tribunal dicta lo que dicta, es que es así. Ahora veremos si el club recurre y qué falla el Tribunal Supremo, pero eso será otra historia. Lo único que me preocupa en este momento es el club, y mucho, quizá más que nunca estos años.
Nadie sabe qué va a pasar, absolutamente nadie, y eso da pánico, porque como el club se aferre a la vía judicial, que en su derecho está, el empastre no llegamos a calibrarlo bien. Y eso, ahora mismo, es una de las opciones que están encima de la mesa, porque además, ya se anunció en su día por parte de la entidad de Mestalla. Y el estadio es otra, porque la parálisis puede ser más larga aún, por no entrar en el valor real que tiene la mercantil no ya para el vendedor, de lo que hablaremos con calma, sino para un potencial comprador.
El escenario se califica de muchas maneras, pero nadie se atreve, con buen criterio, a dibujarlo de forma fehaciente, porque es absolutamente imposible saber el siguiente paso, por parte de nadie. Los políticos, que siempre van aparte, ahora se miran unos a otros, celebrando pero sin celebrar, porque aquí todo el mundo sabe lo que puede pasar en el mejor y en el peor de los escenarios, y eso influye, y mucho, en las reacciones de unos y otros. Vienen semanas de mucha tensión, más de las que nadie pueda imaginar.