Cuando en Valencia, después de la tempestad, viene la calma

Es el momento de valorar, ya no lo que se vio, que es evidente, sino la repercusión real que pueda tener ahora mismo en el club

Toni Hernández | 05 MAR. 2024 | 00:04
Manifestación

La manifestación contra Peter Lim en Valencia fue un éxito. Eso era algo que nadie ponía en duda, y para algunos, entre los que me incluye, con que hubiera ido un solo valencianista con su sentimiento, ya lo habría sido. Porque debemos partir siempre, siempre, de un respeto absoluto por todos los que sienten al mismo equipo que nosotros, sea cual sea su forma de pensar, y por eso, cualquier iniciativa, movimiento o acción, con la que se puede estar de acuerdo o no, se ha respetar por encima de todo.

El éxito de convocatoria pega subidón, eso lo sabemos todos, pero cuando todo abajo y se estabiliza, es cuando toca hacer el análisis real de las cosas. La sociedad valenciana, una vez más, le dijo a Lim que no lo quiere aquí, algo que ha quedado muy claro a lo largo de estos casi 5 años que van desde aquel marciano verano en el que todo el proyecto, en ese momento ganador, fue por el aire, siendo el remate final el verano de 2020, con el desmantelamiento del equipo.

Se le ha vuelto a decir que no, de nuevo, quizá mas fuerte, quizá con más gente, quizá más claro. ¿Va a haber algún tipo de consecuencia real después de esta nueva muestra de músculo social valenciano?

Cuidado al responder, tanto en sentido afirmativo como en negativo, porque nadie tiene una bola mágica, aunque hay que tener en cuenta una máxima que olvidamos con facilidad: sin alguien que ponga dinero para comprar a Lim, seguimos en un callejón sin salida. Y para que eso pase, el club se debe poner en valor, ni más ni menos. No hace falta repetir las cosas, todas, otra vez.