Reflexión obligada en el Valencia CF

La ciudad de Valencia está consternada y la mente de todos está con las víctimas del incendio que azotó la normalidad el pasado jueves. Los clubes de la ciudad han estado a la altura y La Liga también ha tenido sensibilidad con las víctimas al sumarse al luto y permitir que la jornada de liga se suspendiera. El fútbol ha pasado a segundo plano en una situación como esta pero la vida debe seguir su curso. Ya hay fecha para el partido de Granada, en principio y si no hay cambios se disputará el 4 de abril, es una incógnita saber si el equipo mantendrá opciones europeas en ese momento ya que resta mucho por jugar.

En lo deportivo el equipo tendrá que hacer frente a la inactividad competitiva de estos días, en una temporada en la que solo existe La Liga para el Valencia este parón puede ser peligroso. Es misión de Baraja mantener enchufada a la plantilla y también hay que tener en cuenta que el Valencia no sumará y la distancia con sus competidores puede aumentar. La temporada está siendo aceptable pero más allá de los resultados a corto plazo el club tiene que implicarse de una vez y pensar en armar un proyecto que gire en torno a Baraja y los jóvenes futbolistas que han despuntado en el primer equipo.

Jugadores como Javi Guerra, Mosquera o Diego López ya se han asentado, pero no hay que olvidar que todavía se encuentran en período de formación. En ocasiones la exigencia con ellos ha pasado lo razonable. Como venimos recalcando en las últimas semanas la paciencia va a ser un factor clave y de momento el técnico está gestionando bien las emociones. Se cierra una semana negra sin fútbol, una semana en la que la tragedia ha paralizado la vida de todos y en la que lo único importante es dar apoyo máximo a las víctimas.