La política debe estar muy lejos del Valencia, pero mucho

Ya nadie disimula, porque el pastel es demasiado goloso, aunque llevar el relato al límite puede matar al club

Toni Hernández | 20 FEB. 2024 | 00:04
Mestalla

Ni un político cerca del Valencia, nunca más. Lo vengo diciendo ya hace muchos años, y con cierto estupor, veo que hay quien pretende ampararse en ellos para que solucionen no sé muy bien el qué. Se les pide que intervengan de forma directa en una empresa privada, que ya sólo eso me parece una burrada de calibre importante, pero es que alguno se ha creído que de verdad puede hacerlo, lo que también explica, en cierto modo, algunas de las cosas que pasan en este país, aunque ese no es el tema, y yo, de política, no hablo nunca.

El Valencia se ha convertido en un medio y no en un fin. Es decir, lo que le venga bien a la institución es algo totalmente secundario, sino no viene bien a ciertos sectores. Lo que se está viendo con el Nuevo Mestalla, y lo que queda, es la muestra más clara de todo lo que estoy diciendo. Y lo que voy a decir ahora va a hacer que me señalen, pero es que me da lo mismo.

María José Catalá es la única persona a la que he visto con cordura en esto desde hace muchos años, y ahora todo son pegas, incluso aprobando lo que habían propuesta los que estaban antes, que es una especie de colmo no acierto saber bien de qué. Aquí prima hacerse la foto y tener razón, o creerse uno que la tiene, y lo demás no importa nada. Mientras, ahogamos al Valencia, no a Meriton, al Valencia, y nos exactamente igual, porque lo que cuenta son los intereses particulares, y en ningún caso, jamás, los colectivos que representa una entidad de casi 105 años de historia.