Dejémonos de mártires en el entorno del Valencia
Es como si hubiera una necesidad de que pasaran cosas negativas, o bien, de que si no se hace lo que se quiere es que hay una conspiración
No hay manos negras alrededor del Valencia. No digo en el entorno ni en el club, que quiero pensar que tampoco, sino que hablo de todo lo que nos rodea, que es algo sustancialmente distinto. Cada vez que no se hace lo que se quiere, y en esto somos todos poco más o menos iguales, es que hay una conspiración en la que está metida todo el mundo, por supuesto, para tratar de que no se alcancen algunos objetivos… que no tienen claros ni los que protestan, aunque eso dé igual demasiadas veces.
En esos momentos no dudamos ni en pegarle palo a la policía, a los jueves o a quien sea, porque como no hagan lo que nosotros les digamos, y como nosotros les digamos, es que los está moviendo la mano negra. Sigo pensando que estos relatos se crean al mismo tiempo que los demás, es decir, cuando uno monta algo, al mismo tiempo ya está pasando en cómo victimizarse, en cómo dar pena, para que de ese modo se le haga más caso o se le tenga más en cuenta.
Las cosas son mucho más sencillas que todo eso, y pongo un ejemplo claro. El sábado pasado, el día del Sevilla, hubo mucha gente que se encaró contra la puerta de autoridades al grito de “invasión”.
La policía nacional tuvo que “cargar”, porque apenas si se movió para dispersar ese acercamiento. Todo fueron críticas y mensajes velados sobre quién dio la orden de hacer tal cosa, como si fuera posible que lo hiciera el propio Valencia, algo que es imposible. Supongo que lo normal habría sido dejar pasar a x personas y que la hubieran liado a sus anchas… supongo. Las cosas son más sencillas, pero claro, hay que quererlas ver, que eso por aquí cuesta, y mucho.