Una derrota del Valencia para seguir aprendiendo, porque ese es el camino

El equipo estuvo flojo en la primera parte, pero un fallo en el añadido fue una losa que ya no se pudo levantar después

Toni Hernández | 28 ENE. 2024 | 21:53
Valencia CF

Un Atlético de Madrid - Valencia para pensar en Europa, con argumentos. Contra un gran rival, en un escenario maldito y con 5 bajas mucho más que importantes. Nada nuevo para Baraja y su gente, dicho sea de paso. Los locales salieron a por el partido con el puñal en la boca, y los primeros minutos fueron de acoso y derribo, llegando, buscando peligro y no dejándonos cruzar ni el centro del campo. Los primeros 10 del encuentro fueron un monólogo, algo previsible, pero del que había que salir vivos como fuera. En el 16, llegaba la más clara del encuentro hasta ese momento, con un remate atlético muy cerca de la línea de gol, que Mamardashvili paraba de una forma poco menos que milagrosa. Y en el 23, de nuevo con Griezmann y Mamar como protagonistas, otra gran ocasión colchonera, y otra gran parada del georgiano. Ya eran dos.

Y en el 26, otra sacada, esta vez a Depay. Todo indicaba que el gol local era cuestión de tiempo, pero teníamos que seguir remando. Pasada la media hora, el Valencia seguía sin dar señales de vida en campo ajeno, y en el 32, de nuevo Mamardashvili tenía que hacer otra gran parada en una llegada muy clara del Atlético. Esa acción pareció dar paso a una especie de tregua colchonera, aunque nosotros tampoco lo supimos aprovechar para hacer algo de daño arriba. Y cuando parecía que nos íbamos al descanso con tablas, un error grosero de marcaje de Foulquier dejaba solo a Lino delante de Mamardashvili, y el brasileño le batía con facilidad. Era un ataque nuestro que se convirtió en gol en contra, lo que jamás debe pasar. Así se terminaba la primera parte.

La segunda parte empezaba sin cambios, y con la necesidad imperiosa de cambiar una cara que estaba siendo mala, muy mala. En el 48, primera llegada clara del Valencia, con buen disparo de Guerra que paraba mejor Oblak. Al menos el arranque era distinto, mucho. La salida era más intensa, más buscando el marco contrario, aunque con demasiados errores en la salida para hacer daño de verdad. A balón parado llegaba una muy clara para el Atlético, que tenía como respuesta otra gran parada del meta georgiano. Sin tener controlado el encuentro en absoluto, el Valencia estaba bastante mejor que en la primera mitad. En el 54, Baraja metía a Yaremchuk y sacaba a un desacertado Fran Pérez. Guerra venía a banda y pasábamos a jugar con dos puntas.

Pero no hubo tiempo ni para probarse, porque en la primera jugada tras ese cambio, dos movimientos rápidos, balón al corazón del área, y Depay hacía el segundo con facilidad. 2-0 y la sensación de que esto se había terminado. El Valencia no bajó los brazos, y en el 67, Yaremchuk ponía a prueba a Oblak, y el cancerbero local hacía una gran parada a un disparo lejano. El colegiado se inventaba un penalti que el VAR echaba para atrás, y eso pareció espabilar al equipo. Faltando 10 minutos, se iban Guillamón y Paulista, y entraban Cenk y Jesús Vázquez. Quizá pensando en el sábado. Pasaban los minutos y no ocurría nada, esa es la verdad. En el 88 entraban Hugo González y Alberto Martí, por Hugo Duro y Diego López. No ocurrió nada más hasta el final. Otra lección más para crecer.