Una guerra en Valencia con la excusa del Nuevo Mestalla
Se busca una especie de conflicto en el que se emplean muchas energías, al menos en apariencia, cuando realmente el foco está en otro lado

Lo que pasa en Valencia con el Nuevo Mestalla no es normal. Pero no lo es desde hace muchos años, aunque es cierto que de un tiempo para acá es algo terrible, insufrible, y demasiadas veces inaceptable. Durante años ha habido una especie de desidia general al respecto del futuro estadio, antes incluso de Meriton, cuando el día que se presentó el proyecto, en el lejano mes de noviembre de 2006, había empujones y codazos por ponerse en primera fila delante de la maqueta.
Políticos, no políticos, sectores de la opinión pública, partes muy concretas del entorno... No me atrevo a hablar de intereses, aunque tiene toda la pinta, pero es que aún siendo así, no veo el sentido común por ninguna parte. Más allá de que todo empiece y acabe con intentar que se sustituya al promotor para que entre un amigo, y todo lo que eso puede conllevar para los que hagan fuerza y presión para que suceda. Y aquí, es obvio, el Valencia da muy igual.
Hace casi 20 años no vi moverse a casi nadie. No observé ese movimiento de fuerzas en torno a una seria de cosas que ahora mismo parecen poco menos que la Biblia. Sellamos nuestro futuro hace casi dos décadas, y las opciones de revertirlo sabemos que no existen, hasta los que más extremistas se ponen con ello. Aunque para mí, lo peor es la guerra que se intenta sacar adelante, buscando enfrentamientos entre valencianistas cuando no hay sentido alguno para ello.