El comprador del Valencia

El Valencia se arregla cuando un inversor le compre el club a Peter Lim. Nos duele llamarle "dueño", pero de la SAD, por más que nos moleste, lo es en más de un 90%, y eso hace que sea el que mande sin tener que escucharnos a nadie, que dicho sea de paso, es lo que hace. Porque en el entorno del club hemos sido incapaces de aglutinar un 5% para poder hacer algo de fuerza. Eso es algo que igual deberíamos hacernos mirar, aunque no pasará.

Si un fondo o un inversor privado, o varios, decide venir a por el Valencia, y Lim está por la labor de negociar, será cuando nuestro destino pueda empezar a cambiar. Antes, de ninguna manera, y que no nos cuenta películas, porque el margen de acción es ninguno. Mucho buenismo, muchas fotos, muchos likes en redes, pero absolutamente nada de nada en cuanto a lo esencial. Y desde luego, si le pedimos al valencianos que venga al rescate, con perdón, es que no tenemos vergüenza alguna.

Hay que poner en valor a la entidad, porque ese es el modo, no ya de que venda Lim, que también, sino de que vengan posibles compradores, porque esa es la madre del cordero, que con buenas intenciones podemos ser buenas personas, pero no comprar el Valencia. Y por cierto, dejemos de repetir un concepto absurdo que viene sonando desde hace décadas: la democratización. No nos pueden intentar engañar más veces con esto, porque jamás volverá a ocurrir.