El entretenido jugo del convenio Ayuntamiento - Valencia
Las formas están ganando, al menos en apariencia, al fondo, aunque todas las partes tienen muy claro qué pasará al final
"No he tenido comunicación por parte del Valencia respecto a una contestación formal al documento que yo emití". La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, va con pies de plomo en el asunto del Nuevo Mestalla, y la entiendo. Hasta ahora se han dicho muchas cosas pero han pasado muy pocas, y no quiere que le pase lo mismo que a sus antecesores, que usaron este asunto durante meses, y les terminó explotando en las manos en una elecciones que acabaron perdiendo de forma amplia tras 9 años gobernando, Los políticos, porque su vida es así, deben mirar estas cosas.
"Si el Valencia quiere demostrar en este momento, que es un momento determinante, que tiene interés en seguir adelante, en tener un convenio, en construir el estadio, tiene la pelota en su tejado". El guante ha sido recogido, ella también lo sabe, y salvo cataclismo brutal (que con Meriton todo es posible, tampoco nos vamos a engañar), las obras se van a poner en marcha de forma inmediata, dentro de los tiempos que hay para este tipo de asuntos. Y por eso vamos a ver máquinas en la avenida de Las Cortes... porque conviene a todos.
"Solo si empiezan las obras, si nos dan las garantías oportunas con una planificación y con sanciones en caso de que no se cumpla con la planificación de que se va a terminar el estadio, sólo en ese momento, nos sentaremos a hablar del posible convenio". Esto es así, claro, pero no podemos olvidar que el Valencia tiene demandada la caducidad anticipada de la ATE, y que si eso se enquista, perdemos todos, pero además mucho. Por cierto, aunque eso fue muy criticado, menos mal que el club lo llevó a cabo para protegerse. Lo contrario habría sido temerario.