La Copa del Mundo, Mestalla y el Valencia CF

Opinión/ España será una de las sedes del Mundial 2030 y este hecho se toma como argumento de base para solucionar otros problemas más urgentes

Jose Hernández | 19 OCT. 2023 | 09:00
Selección española en Mestalla

La Copa del Mundo de fútbol masculina es la competición más importante del deporte a nivel mediático y económico. Con unos Juegos Olímpicos en plena decadencia en cuanto a audiencias y en busca de nuevos incentivos para animar a los espectadores, el mundial de fútbol subsiste por sí solo a pesar de las discutibles políticas de elección de sedes y la corrupción que siempre está presente.

Esto es algo indiscutible, aunque para los románticos y en concreto para el autor de este artículo el nivel de mercantilización supera con creces lo ético y hace que la competición haya perdido algo de su esencia. Las multisedes solo consiguen enriquecer a los más interesados y hacer exprimir todavía más la tarta del reparto. Siempre quedará en el recuerdo el Mundial de 1982 por ser "el de España", el de 1994 por ser "el de Estados Unidos" o el inolvidable campeonato de 2010; aquel de Sudáfrica en el que la selección española tocó el cielo. Esto se ha terminado y ahora las competiciones han perdido esa esencia que hacía de los torneos acontecimientos únicos ligados a la cultura de un país y su capacidad de organización (con lo que ello conllevaba de imagen hacia el exterior).

Toda esta globalización ha provocado que veamos Eurocopas con más de una decena de organizadores y en 2030 tengamos un Mundial en el que se jugarán partidos en tres continentes distintos. Y aquí surge el debate relacionado con el Nou Mestalla, en el que muchos argumentan que Valencia debe ser sede sí o sí. El de 2030 no será el Mundial de España por mucho que la final se juegue en el Bernabéu y este país sea el que más partidos organizará. Además, hablamos de un campeonato que tendrá 48 participantes, algunos de ellos lejos del mínimo nivel competitivo que exige una competición de este calibre. Evidentemente siempre será mejor que Valencia sea una de las sedes antes que no serlo, el evento dejará un impacto económico en la ciudad pero no debemos llevarnos a engaño: a Valencia le tocarían en todo caso partidos residuales y en ningún caso algo como una semifinal. ¿Hablamos de "migajas?, pues en lenguaje coloquial algo así, porque ni siquiera parece probable que la selección española tuviera como sede la ciudad del Túria.

Hablamos de un campeonato de un mes de duración que nunca puede ni debe ser utilizado como razón para terminar o no de construir el Nou Mestalla. Al margen de todo lo hablado estos días sobre convenios y licencias (en tiempo de parón estos debates saltan a la palestra más que en ninguna otra época), de lo que se trata aquí es de terminar por fin un estadio cuyas obras llevan 15 años paradas. La imposibilidad de seguir en el actual Mestalla es una evidencia aunque el debate siempre se reabre. ¿Sería una tragedia que Valencia no fuera sede en esta Copa del Mundo con tantos países como anfitriones? para el valencianismo no lo sería aunque insistimos, si la posibilidad es una opción la noticia no sería mala. Pero de lo que se trata es de construir por fin una casa que pueda servir de hogar para el valencianismo durante casi un siglo. Por tanto, vayamos a lo importante y olvidémonos de demagogias y argumentos que solo sirven a unos pocos para incendiar y sacar debates y argumentos estériles. Copa del Mundo 2030 en Valencia, nadie debe decir que no, pero no a cualquier precio ni olvidando los intereses y preocupaciones reales del valencianismo.