La venta del Valencia por parte de Peter Lim: viajes de ida y vuelta

Que Peter Lim venda el Valencia es un tema recurrente, que unas veces sirve para todo, y otras se deja en el fondo del cajón. Ahora mismo, y esto está mucho más que contrastado, Lim no vende. Hoy, ahora. Podemos verlo como queramos, y estamos en nuestro derecho a que la decisión nos cabree por diversos motivos: ¿para qué lo quiere? Si no vende, ¿qué hace que no no nos deja crecer?

Y así con multitud de preguntas que todos tenemos en la cabeza y que son justas, y muy necesarias. Pero la verdad es que no vende, ahora no. ¿Mañana? Eso es seguro, pues claro, pero para darle forma a ese mañana hay que hacer una serie de cosas que, visto lo mismo, parece que tampoco nos vienen nada bien, aunque incluso puedan ser buenas para el propio Valencia. Es como el perro del Hortelano, que ni comemos ni dejamos comer.

Y ya lo siento si alguien está en contra de este punto de vista, pero es el mío, sin más. ¿Que hay gente que hace ofertas? Desde hace casi 3 años se han hecho muchas. Bueno, ofertas no, presentaciones de LOI´s, cartas de intenciones para sentarse a negociar, pero ninguna ha prosperado porque Lim no ha dejado que así fuera.

El Valencia se venderá, se volverá a vender para decirlo con propiedad, pero será cuando el contexto sea favorable para el actual propietario. Repito, esto lo podemos comprender o compartir, o no, pero la realidad no va a cambiar sobre ello. Por eso me sigue llamando poderosamente la atención lo cambiante que es este asunto, del que me temo que algún capítulo extra tendremos en estos días sin fútbol. De hecho no cabe ninguna duda sobre ello.