Las consecuencias de que no haber cerrado más fichajes en el Valencia

Que el Valencia necesitaba más fichajes lo sabíamos todos… menos Peter Lim. O sí lo sabía y le daba igual, que es al final lo que todos intuimos que pasó en ese final de mercado, igual que ha ocurrido en otros en el pasado reciente. Lo de Canós es algo que puede pasar, lo mismo que lo de otros, pero hay sitios en los que vamos muy justos, y no es lo mismo que caiga el de Nules a que lo haga Jesús Vázquez, porque laterales zurdos hay dos, pero extremos, no. Y ahora, ni eso.

Todo esto es darle vueltas a la misma situación, y sin llegar a ninguna parte porque no podemos volver atrás en el tiempo ni creo que sirviera de nada pensando en Lim, pero las consecuencias son las que son, y no sé cómo se le tiene que trasladar a este hombre que la sostenibilidad es posible y compatible con tener un equipo digno y no cogido con pinzas.

Porque si pensamos que todos los males que tenemos se arreglan subiendo chavales del filial como si no hubiera mañana, nos estamos equivocando y, de paso, condenando a esos críos a rendir como veteranos cuando no lo son, y lo que eso conlleva, claro. Sólo puedo pensar en enero, porque no queda otra, y que haya alguien que se capaz de convencer a Lim de que las cosas son como son, que el fútbol es muy caprichoso, y que un equipo se tiene que reforzar de forma conveniente.

Y que eso se puede hacer sin romper ninguna barrera salarial ni tope financiero ya establecido. A no ser que quieras matar de hambre y sed a tu propia empresa, en cuyo caso basta con hacer lo que vienes desarrollando, y si la idea es terminar con nosotros, eso sí, que lo haga rápido y que la agonía no dure demasiado, que al menos nos quede la dignidad.