4 años de frustración en el valencianismo
Ayer se cumplieron cuatro años de la destitución de Marcelino, un capítulo que todavía no ha cicatrizado y que marcó el comienzo de una etapa negra
El 11 de septiembre ha quedado marcado para gran parte del valencianismo y ayer volvimos a comprobarlo. El aniversario del cese de Marcelino García Toral es siempre una jornada cargada de debates y señalamientos en las redes sociales, algo totalmente esperado. Lo cierto es que el Valencia no ha conseguido levantar cabeza desde entonces (aunque pudo ganar una copa) y la situación actual ha venido motivada por una gestión que no marcó bien los tiempos ni fue capaz de sustituir a los damnificados por verdaderos profesionales.
Es indiscutible que Marcelino tenía un proyecto que iba a más, el asturiano no hizo las cosas de manera perfecta pero los resultados no se pueden cuestionar. El club temía que la situación económica se volviera insostenible y el gran error fue dar un giro de manera tan radical y no explicarlo. Si a ello unimos a las cabezas visibles (con un incendiario como Anil Murthy al frente) y entrenadores con poco bagaje, el resultado no podía ser otro que el que se vive a día de hoy.
La etapa de Marcelino debe ser recordada con agradecimiento y alegría, el valencianismo vibró como hacía mucho tiempo que no lo hacía en la final de Sevilla. Pero 2019 y el centenario es historia, cabe mirar al presente y sobre todo al futuro para dejar atrás cuatro años que han rozado el bochorno.