La venta seria del Valencia
Este asunto es el que debe centrar la atención, y para eso, deben pasar muchas cosas de las que todos somos conscientes

Cerrar la venta del Valencia de Peter Lim. Esa debe ser la única obsesión que tenga el entorno del Valencia, y para ello, visto todo lo que se ha intentado en estos años, hay que ser inteligentes, y como decía mi padre, más vale perder que más perder. Decir esto no significa que me guste, porque a nadie le puede gustar, pero para que Lim venda, o mejor, para que alguien le compre, esto no puede ser un avispero lleno de problemas, sino todo lo contrario.
Los números ya los hemos comentado varias veces, en torno a los 850 millones de euros entre compra de acciones, asunción de la deuda neta y terminar el Nuevo Mestalla, y todo ellos sin fichar un solo jugador, que esa será la segunda parte, o la tercera, ya veríamos. Para que alguien sea capaz de poner en riesgo esa cantidad de patrimonio, sea un fondo o un inversor privado, el club debe ser una balsa de aceite y tenerlo todo al día en los distintos aspectos.
Decir esto es impopular a todas luces, y oye, si es ser blanqueador, pues seremos blanqueadores. Hasta la fecha, los resultados de la estrategia que se ha llevado a cabo están ahí, y no los pienso calificar, porque creo que lo hacen ellos mismos por sí solos. Podemos seguir enrocados, nosotros y los políticos, pero Lim sigue ahí, sin cometer ilegalidades pero llevando al club, en distintos ámbitos, a un contexto de mínimos que equivalen a estar jugando con fuego siempre.