El dinero y la venta del Valencia

Seguimos sin tener el dinero para comprar el Valencia. Empiezo a leer a gente que tengo por muy seria llamar al problema por su nombre, dinero, y más allá de la demagogia del “vamos a echar a Lim”, que como eslogan está muy bien pero carece de toda base realista por más que nos duela, está calando la idea, que a fin de cuentas es la realidad que tenemos, que sólo un inversor sacará a Meriton de aquí.

Un gran inversor, para ser más exactos, porque la “fiesta” de comprar el Valencia es una burrada, queramos o no, o le digamos a Lim el valor que tiene que poner a lo que es suyo. Más allá de los que exija por su más de 90% de acciones, aquí tenemos una deuda neta de más de 300 millones, hay que acabar el campo, hay que vender el actual, hay que acometer los 60 kilos de la quita si la operación se cierra antes de 2026, y hay que tener recursos para luego poder hacer un equipo competitivo y fuerte, que en definitiva, es lo que le estamos exigiendo a Lim y no hace.

Dinero, no le demos más vueltas, o se las podemos dar, y no cambiará el panorama ni medio milímetro. Hay que buscar a ese mirlo blanco, que luego tendrá otros mil problemas, que no somos una sociedad fácil, que nadie se moleste por mirarnos al espejo, y que se enamore de nosotros, de todo lo que somos nosotros, que somos muchas cosas, buenas y nos tan buenas. 

El fútbol del pasado es eso, del pasado, y esos tiempos ya no van a volver por más que queramos. Estar en guerra contra el dueño es la forma de rebelarnos, y es justo que estemos así, pero aquí no hablamos de eso, sino de zanjar una situación que trasciende a eso, y debemos ser todos muy conscientes de ello. Que no lo somos. Sin dinero no se vende el Valencia, y por lo tanto, seguiremos teniendo aquí a Peter Lim, no hay más.